El chico de las rosas

Se sentaba en la misma mesa, le dedicaba una sonrisa a la camarera mientras esta le servía el mismo café de cada día.
Solo,se sentaba solo,cada mañana 10 en punto y miraba a la derecha,esperaba.
Esperando el sonar de la campana indicando que alguien entraba y volvía a contener el aliento.
Allí estaba,su razón de levantarse cada día una hora antes,recorrer cuatro manzanas hasta la pequeña cafetería donde un día por casualidad la había visto. 

Hacía ya un tiempo,y cada día dejaba una rosa roja sobre la mesa que ella ocuparía después. Siempre la misma mesa la misma rutina..ella después la acercaba a su rostro y aspiraba su aroma,la miraba de forma fascina.Pero otro día justo al oír el tintineo de la campaña algo diferente sucedía,Esa vez era diferente,había dejado una nota substituyendo a la rosa que ella esperaba cada mañana. 

"El destello cálido que desprenden tu ojos.
el ahnelo de mis manos rozando tu sombra..es lo mejor que ha podido pasar en mi vida." 

Ella leía y dibujaba una perfecta sonrisa,el se sintió estremecer.
Pensando que quizás estaba soñando se levantó llenó de coraje,tomó una calada de su cigarrillo y pasó por la mesa donde se encontraba su dulce amor. Deslizó una rosa roja de su mano a la superficie blanca junto a aquella delicada mano. 

Y en silenció salió del lugar.
Cuando la campana de la puerta tintineó de nuevo,el aire de la calle ya le rozaba el rostro,dió la vuelta y si era ella si,le miraba,con esos ojos caramelo le habían mirado a el esta vez y le sonreía

El sólo sonrió también.

El día se había vuelto más claro,sin nubes,mientras caminaba sonriente hacia ella tranquilo algo incrédulo de lo que estaba sucediendo esta vez, se encontraba  tan sumido en su sonrisa que sus oídos no captaron el sonido de un coche precipitándose hacia el. El grito de alguien alertaba que algo había ocurrido,su cuerpo sobre la carretera,un líquido cálido rodando por su rsotro,el frío poco a poco entumeciéndole las extremidades de su cuerpo.

 
Pero no sentía dolor,seguía en su locura fascinado,seguía viendola a ella y frente a la oscuridad le dedicó su ultimo pensamiento en voz entrecortada,

"Entró en la cafetería  cada mañana por que te has vuelto mi rayo de sol entre tanta oscuridad tan sólo de que así sin conocerte dejarte saber que cambiaste mi vida."

El tiempo se detiene y cuando sus manos sujetan mi cara y yo le doy en ella mi último aliento.Pero los días no paran  y ella sigue igual de hermosa cada vez más y más ,cada mañana ella camina al mismo lugar pero en su mesa no había nada,la rosa no estaba alli,no había nada esperándola con fuerza apretó entre sus dedos una nota algo arrugada. Ella sintió un nudo en la garganta,poque si si le había mirado, y guardaba  cada rosa soñando que fueran de es chico de los ojos azules que ella notó esa vez es chico que la hizo entrar a esa cafeteria por curiosidad de haberle visto desde el ventana.

Por quedarse día con día levantando la vista a mirarle preguntándose por que no se atrevía a sonreírle llenándola de preguntas, Que al fin le había sonreído cada vez que le daba la espalda por temor a ni ella sabe a que preguntando por aquele chico que ahora no volvería a ver, Y desde entonces era ella quien dejaba una rosa en una mesa vacía,quien cada día,se sentaba a esperar el tintineo de la campana deseando verlo entrar recordando el tiempo perdido y así poderle decir.. 

"Yo no te conozco pero hoy te he echado de menos"

By Xiao (송은 훈)

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